Nuestro cuerpo fue diseñado para enfrentar situaciones de peligro o situa- ciones de enfermedad. Y dependiendo de nuestra respuesta inmunitaria es como salimos vencedores ante una enfermedad. Nuestro sistema inmuno- lógico está compuesto por células y moléculas, ambas entran en acción cuando detectan sustancias extrañas en nuestro organismo. Podemos activar nuestro sistema inmunológico no solo por la presencia de microbios, infeccio- nes, también como consecuencia de células dañadas. Ahí es cuando nuestro cuerpo es atacado por nuestro propio sistema inmunitario (respuestas au- toinmunitarias).
El sistema de vacunación es un método de inducción de la inmunidad para hacer frente a una enfermedad infecciosa, la Organi- zación Mundial de la Salud en 1980 declaró que gracias a este método, la viruela era la primera enfermedad erradicada en todo el mundo.
Es importante entender que la inmunidad natural o nativa, es esencial para defender contra los microbios en las primeras ho- ras o días siguientes a la infección. Es nuestro primer frente de ataque. Está determinada genéticamente, es inmediata, es- pontánea y actúa frente a cualquier agente pernicioso, no incrementa con exposiciones repetidas al mismo agresor.
La inmunidad adaptativa es estimulada por la expo- sición a microorganismos infecciosos, cuando este aumenta en magnitud, la inmunidad se adapta al cambio del daño para protegernos.
PROCESO DE LA INMUNIDAD ADAPTIVA
- El reconocimiento del antígeno (el causante de la enfermedad).
- Activación de los linfocitos.
- Eliminación del antígeno.
- Contracción (homeostasis).
- Memoria (para ser activada cuando se requiera atacar el mismo microorganismo)
RECOMENDACIONES PARA MEJORAR TU SISTEMA INMUNOLÓGICO
- Cuadro de vacunación completa.
- Lactancia materna.
- Higiene personal.
- Evitar el tabaco y alcohol.
- Hacer ejercicio.
- Mantener peso saludable.
- Control del estrés.
- Dormir 8 horas diarias.
- Llevar una dieta balanceada.
- Tomar agua pura durante el día.
SITUACIONES QUE PONEN EN RIESGO NUESTRO SISTEMA INMUNOLÓGICO
- Estrés crónico.
- Perdida de algún familiar ya sea por muerte o divorcio.
- Problemas familiares.
- El dormir menos de 8 horas diarias.
- Malos hábitos alimenticios, etc.
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