MÓNICA CISNEROS

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Soy Ingeniera y también abogada, creo en el trabajo y el estudio como medio de superación, provengo de una familia de comerciantes, mi madre es profesora jubilada y mi padre médico. Tengo al feminismo como postura política ante la vida. Disfruto de dar clases y hacer investigación en temas de género. Amo a mi familia y a mis amigas. Amo mi trabajo. Amo estudiar, realmente me hace feliz. Actualmente soy la Directora la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Ciencia y Artes de Chiapas, y tengo el honor de ser la primera mujer en ocupar este cargo desde su fundación en 1982. Siento gratitud por la vida, Dios ha sido generoso conmigo.

¿Qué le animó a formar parte del Colegio de Mujeres Profesionales de la Industria de la Construcción?

La invitación de la Ing. Mariel Miceli, Presidenta del Colegio, una mujer a quien aprecio y admiro por su larga trayectoria. He sido seguidora del Colegio desde hace tiempo, su trabajo es admirable y digno de reconocimiento en toda la república. Al Colegio pertenecen mujeres Ingenieras de todo el país, es un honor pertenecer.

¿Qué papel desempeña dentro del CMPIC?

Nos encontramos organizando la agenda de entrevistas con las integrantes del Colegio, las realizaremos en línea y se transmitirán en el canal de Youtube. La idea es que cada una pueda dar a conocer su trayectoria y que puedan inspirar con ello a las jóvenes que vienen en las nuevas
generaciones.

No es sencillo ser Ingeniera, en cualquier materia que se desempeñe, puesto que es un campo profesional históricamente dominado por hombres, así que entre nosotras debemos apoyarnos y ayudar a visibilizar nuestro trabajo para derribar mitos y estereotipos, poco a poco, pero unidas, podemos lograrlo algún día.

¿Por qué considera que es importante fortalecer el empoderamiento de las mujeres en el área de la construcción?

La industria de la construcción emplea a mujeres Ingenieras de diversas materias, civiles, topográfas, ambientales, en sistemas, en seguridad industrial, ecólogas, etc. Por ello es una de las industrias más fuertes en la economía del país. Fortalecer la inclusión de mujeres ingenieras en esta industria contribuye a lograr un medio laboral más igualitario.

Así mismo, el empoderamiento de las mujeres dedicadas al ramo de la construcción, que, como dijimos, es una de las industrias más grandes del país, permite un México con mayor justicia social, es decir, contribuye al equilibrio e igualdad laboral, económica, social y de derechos que ha de existir entre todas las personas. El empoderamiento económico de las mujeres permite que el país avance, porque las mujeres avanzan, les permite alejarse de la violencia familiar en todas sus modalidades, ser independientes y tener una mejor calidad de vida para ellas y para sus hijos e hijas, recordemos que de la economía de las mujeres depende el bienestar de aproximadamente la tercera parte de los hogares mexicanos a cargo de jefas de familia.

¿Qué medidas cree que deben ser prioritarias para avanzar hacia la inclusión de la mujer en la ingeniería a nivel regional y nacional?

Chiapas tiene una larga historia de mujeres dedicadas a distintas ingenierías en forma sobresaliente, investigadoras, servidoras públicas, constructoras, hidrólogas, químicas, etc. Hay Ingenieras chiapanecas trabajando en otros estados del país, egresadas de nuestras universidades, mujeres talentosas que han puesto el nombre de Chiapas en grandes obras civiles del norte del país, que son directivas de empresas refresqueras, mujeres que con su trabajo están colaborando en la construcción del Tren Maya, obra insignia del gobierno federal, o que están estudiando la utilidad del sargazo desechado por constructoras de importantes complejos turísticos; también las encontramos investigando sobre movilidad urbana, calidad del agua o contaminación del aire, es decir, hay más mujeres en la Ingeniería que hace dos décadas, pero necesitamos que hayan más, necesitamos seguir trabajando para derribar el mito de que las ingenierías son para los varones.

Para ello, debemos seguir insistiendo en que tanto sector público como privado provean de condiciones laborales equitativas entre hombres y mujeres, que hemos avanzado en ello, es cierto, nuestras legislaciones ya contemplan estas condiciones de equidad de género, pero debemos vigilar y procurar que sean efectivas en la realidad. Que ninguna mujer ingeniera se queje de un trato diferenciado, que ninguna sea objeto de acoso sexual, que ninguna más, nunca, sufra actos de misoginia. Debemos seguir luchando por esto, unidas, en colectividad. Quizá nosotras ya no lo veamos, pero nuestras hijas sí, y ese ideal debe mantenernos en la lucha.

¿Qué consejo le daría a las mujeres que aspiran a dedicarse a la ingeniería?

Que sigan sus sueños, que tengan un plan de vida y se apeguen a él, que no siempre el camino es sencillo, de hecho, rara vez lo es, pero recordando nuestro propósito y teniendo poder sobre nosotras mismas podemos lograrlo.

Ser ingenieras es desempeñarse, casi siempre, en un medio dominado por hombres, y que esto no debe asustarnos, ni obligarnos a actuar como varones para poder pertenecer, sino todo lo contrario, debemos seguir siendo nosotras mismas y así, buscar sobresalir. Que para lograrlo quizá necesitemos un carácter más firme, es cierto, más disciplina, también es cierto, pero debemos estar preparadas para cuando las oportunidades se presenten, porque ocurrirá, créanlo, al talento tarde o temprano se le presentan grandes oportunidades, pero sin carácter y disciplina difícilmente estemos en condiciones de aprovecharlas.

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