Por: David de la Cruz
Delegación Chiapas ACFMACEl mes de octubre es sinónimo de diversidad, reconociendo que las diferencias de pensamiento, idioma, creencias, costumbres y expresiones culturales, son las que nos enriquecen. La composición Cultural de Chiapas es un ejemplo del dinamismo, vitalidad y creatividad de sus habitantes, quienes mantienen viva la esencia de nuestro pasado, en un moderno presente.
Es curioso y contradictorio, que sean los visitantes nacionales y extranjeros quienes den valor a las expresiones culturales de nuestro estado, pues son ellos quienes buscan los textiles, los colores, la música y el arte que nuestros grupos indígenas tienen; claro que habemos chiapanecos orgullosos de ser representados en un telar de cintura o en la melodía de la marimba, que sentimos un apapacho al alma cuando tomamos café recién hecho y disfrutamos de su deliciosa
gastronomía.
Ser chiapaneco es sinónimo de ser culturalmente rico, es un privilegio que pocos aprecian y que muchos niegan. Cómo no sentirse orgulloso de ser el principal productor de café en México y haber sido
galardonándonos a nivel internacional como el café con mejor calidad en los años 2020 a 2022, cómo no sentirnos orgullosos de ser el segundo estado con la mayor cantidad de lenguas indígenas en México, teniendo 11 lenguas de raíz maya y 1 de raíz mixe, cómo no sentir orgullo de la diversidad natural con
cascadas como ríos, lagos, lagunas, cenotes y reservas naturales únicas en el mundo, cómo no sentir orgullo de tener al Pueblo más Mágico de México, crisol cosmopolita de culturas en el corazón de nuestro estado, San Cristóbal de las Casas.
Y de chiapanecos notables, nos faltarían páginas, Jaime Sabines y su magistral manejo de la lengua española, Belisario Domínguez y Emilio Rabasa en la política, Amparo Montes y Alberto Borrás en la música,
Rosario Castellanos y Zeferino Nandayapa, por solo mencionar algunos nombres.
Este mes de octubre celebremos la diversidad y sintamos el orgullo de ser chiapaneco.
